martes, 8 de junio de 2010

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

La respuesta rotunda es no. Independientemente de que nuestra generación, y varias que nos antecedieron fueron objeto de evaluaciones en las que privilegiaba el buen manejo de la retención de datos, o simplemente la excelente memoria para repetir conceptos, nos hemos dado cuenta que eso -aunado a las excelentes y tradicionales calificaciones- era insuficiente para predecir el éxito o fracaso de los estudiantes en el medio real, en el campo de trabajo, en su vida personal.

Hoy por hoy, resulta imperante la necesidad de comprender el fenómeno educativo como un proceso, estructura y conducta holística, en donde el producto final es más que la suma de sus partes en lo individual. Aquí es donde creo que radica la importancia de adaptar un modelo por competencias. Y en este sentido me permito hacer un paréntesis: este modelo educativo ha sido acrisolado en países cuyo nivel de vida era -y es- mejor al nuestro; esto significa que para gran cantidad de naciones allá afuera, en la aldea global, las competencias forman parte ya de su vida cotidiana. En resumen, las competencias no son nuevas, pero en la particularidad del caso mexicano, son una herramienta novedosísima para romper paradigmas no sólo educativos, sino también en las estructuras, creencias y juicios que establecemos como parte y origen de la vida en sociedad.

Ahora bien, para poder lograr eso también se debe trabajar desde las raíces más enconadas en el profesorado. También nosotros debemos reaprender a aprender, independientemente de nuestra área del saber, nuestras ideas preconcebidas y a pesar de nuestras limitaciones. Considero estu último de vital importancia, debemos convencernos primero nosotros mismos de que el aprendizaje por competencias, si bien, no es la panacea, si es un nuevo paradigma que puesto en práctica dará muchos frutos -que quizá no veamos- en las futuras generaciones.

¿Qué concepciones de aprendizaje nos parecen congruentes con el enfoque por competencias y por qué?

Debo destacar que todas las concepciones le aportan al enfoque por competencias, ya que sus elementos han sido objeto de perfeccionamiento y a lo largo del tiempo, y no se puede negar que sin esos cimientos, no tendríamos hoy un modelo por competencias que pretende desarrollar a los estudiantes en sus potencialidades.

Sin embargo, considero importantes tres concepciones:

a) APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO. Desde los procesos de motivación, y su directa relación con la discriminación de lo que no nos es interesante o atractivo. Al mismo tiempo, los resultados de aprendizaje y las competencias que genera que son de largo plazo, sobre todo porque el sujeto interioriza los mismos y los vuelve cruciales para su vida.

b) CONSTRUCTIVISMO. Ya que si bien es cierto que el ser humano pasa por diferentes estadios de madurez mental, es indispensable reconocer en ellos la adquisición de competencias de acuerdo a la edad y desarrollo. En parte esto nos habla de un proceso progresivo, y que no tiene un fin o un alto.

c) SOCIO-CONSTRUCTIVISMO. Porque es importante reconocer que del medio ambiente social, es de donde comenzamos a aprender reglas, relaciones y conductas que forman nuestro carácter y nos preparan para adquirir competencias en lugares y ámbitos específicos como la escuela.